Pop art

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Bue... Vamos a dejarlo en"Pop" a secas :-) Lo de "Art" es algo muy subjetivo y mejor no tentar al diablo. ¿Qué tal? :-) Como ya os dije en la última entrada, he estado trabajando en este lienzo que me inspiró la obra de Lich...¿lo escribiré bien? No prometo nada... tenstein. Un día, viendo una galería virtual en la que se exponían sus obras, pensé que igual era divertido coger alguno de los personajes de cómic que endulzaron mi infancia y crear una especie de "viñeta" grandota, con su globo de diálogo y todo. Esto fue hace muchos meses, y no me he puesto a la tarea hasta hace un par de semanas, así que ya podéis imaginar el tiempo que tardan las ideas en madurar dentro del vergel de mi mollera :-)

Es un lienzo con bastidor de 60 x 45, un tamaño no muy cómodo para trabajar sentada, la verdad. Y no, no es Candy Candy, como me dijo un familiar con toda la gracia del mundo cuando lo vio anoche, jaja. Lo siento pero prefiero el producto nacional al japonés. Es un personaje de la dibujante española Pura Campos, cuyos cómics colaboraron mucho a hacer más llevadoros los momentos menos agradables de mi niñez. (Esto era justo lo que no quería, ponerme trágica, ya está hecho). Así que, a modo de homenaje, he realizado este acrílico. Yo me llevo mejor con el óleo, pero tenía prisa por acabarlo y si tienes prisa, los acrílicos son tus mejores aliados :-) Por supuesto, este cuadrito tiene poco que ver con el estilo limpio y magistral de Lichtenstein, pero sí he respetado algunas de sus propuestas, como la de usar gruesas líneas de color negro para perfilar las formas... Y ahí se queda todo mi respeto porque después he creado algunos volúmenes, en lugar de dejar los colores planos -no me pude resistir :-) - algo que el maestro americano no habría aceptado.




El aire "hippy", colorido y setentero es totalmente deliberado. Pura Campos creó sus personajes más representativos en la década de los setenta, cuando tanto el movimiento Hippy, como el Pop Art, que nació algunos años antes, estaban aún en plena efervescencia. Sus chicas tenían unos rasgos característicos, por ejemplo, unos ojos enormes y expresivos con arcos superciliares muy pronunciados que le confería cierta languidez a la mirada, una nariz diminuta y, lo que más me gustaba :-) unos dientes más grandes de lo que se espera en un rostro perfecto, quizás porque sus jovencitas adolescentes siempre se movían en inestable equilibrio entre la edad adulta y la niñez, esa época en que los dientes definitivos irrumpen de forma abrupta en las todavía tiernas encías infantiles.

En algunos lugares he cargado mucho el pincel para conseguir alguna textura. Otro procedimiento que el señor Roy me habría recriminado de mala manera :-D

El fondo, un motivo con tintes psicodélicos para acentuar el efecto setentero, está sólo sugerido, como veis. Intenté ser "buena" y respetar las divisiones de color, pero quedaba demasiado "rígido", así que opté por saltarme las normas.

Incluso pintando el pelo de la chica, llegó un momento en que me cansé de "respetar" las líneas negras :-) De hecho mandé las líneas negras a hacer gárgaras. El efecto me gustó.

Y eso es todo. Para completar añadí la frase del globo, un slogan muy conocido usado por los estudiantes franceses en la primavera del 68 y repetido por los hippies hasta la saciedad.

En fin, un cuadro colorido, florido, excesivo, en una palabra, :-) como aquellas décadas de los 60-70 que añoro tanto, sin haberlas apenas vivido, o quizás precisamente por ello.

Y termino con un dibujo de Gloria, le gusta pintar en los sitios más extraños, como este viejo cuaderno de cuentas que encontró en el trastero de la abuela.

También muy hippy, como veis ;-)

Ni que decir tiene que podéis tomar la foto del cuadro si os interesa para decorar vuestros blogs. Eso sí, el personaje, como ya os he dicho, es de Pura Campos, no estaría mal que hiciérais alguna alusión a ella.

Gracias siempre por estar ahí.
Hasta pronto, espero.
Besos