“... Y la belleza oscura
de la noche es un túnel
que promete milagros
aunque nunca los cumpla”.
.
.
Cuando la noche se alía con la clorofila
asalta mi alféizar un acento vivaz de albahaca
en tránsito hacia mi pecho.
Verde la hoja diminuta, casi blanca
de tanta luna, luciérnaga o astro,
la brisa invita a los visillos
a marcarse un vals inconcreto,
sinfonía vegetal para ventana y orquesta.
La bombilla parpadea
su éxtasis torpemente eléctrico
mientras me zurzo con tres hilos
la terca cicatriz de la memoria.
“Todo llega”, me susurra la voz del jazmín
enredada en lo oculto,
y pienso que hay comienzos que aguardan, pacientes,
ver partir el tren de ciertos desenlaces
para hacer acto de presencia.
Y al final llegó el principio....
Demasiados ojos tengo para la súbita nitidez de esta oscuridad.
Demasiado alta la sonrisa,
demasiado entera la esperanza,
para hacer frente con armas tan pobres al complot nocturno
de la clorofila,
de la memoria,
de la luna
y la albahaca.
De "Obituario de horas"
2 comentarios:
....¿pero tú que es lo que pretendes?
Así no dejaré de suspirar nunca..
Dame uno de esos suspiros y fabricaré un ramo de rosas tras el q protegerme de todo lo q temo. Un besito, reguapísima
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