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Bienvenidos :-) Los textos, pinturas, dibujos, crafts y fotografías que veis por aquí son de mi autoría, a menos que se indique lo contrario. Podéis tomar lo que queráis,
pero indicad, por favor, el lugar de procedencia. Gracias a todos por ser, gracias a todos por estar.


Welcome, all these paintings, drawings, crafts, texts and photos were created by me. I hope you enjoy them :-) You can take them if you want to, but, please, just add my name or a link to my site. If you need a translator, you have it on the right, in the sidebar.


Thanks a lot for being here.




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26 julio 2009

El mal dormido

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El poema es de 2002 (era joven, sed indulgentes :-) ). El trabajo de origami de la foto lo hice anoche. Besos


“Mañana será Dios, y su porfía,

sacudirá, violenta, al mal dormido...”

Juan José Domenchina





Hay una perversión que aqueja a las lámparas,

una iniquidad se esconde detrás de los cuadros

cuando ya no están,

y dejan esa huella cuadrada que es una cuadrada soledad

muriendo en las paredes.

Hay una perversión en las fotografías que albergan

los álbumes viejos,

es perversa la lágrima que unge un centímetro

de almohada,

perverso el reloj que se para cuando no lo mira nadie.

Hay un pecado enmohecido hasta en el espejo

que no sabe devolvernos más de lo que hay.

Hay maldades de polvo en las pestañas de las muñecas

de porcelana,

hay impudicias dormidas en las inocentes fotos de boda,

en las bombillas halógenas que me obligan a parpadear,

en los libros que me vuelven, orgullosos, sus lomos,

sabiendo que jamás los leeré.

Hay una maldad dormida en los ojos insultantes del gorrión

en el tejado,

en los pies de los otros que me enseñan, insolentes, sus virtudes,

en la joven que me cuenta que su vida es cosechas y almíbares.

Hay maldad inocente en el gato que arquea

su espalda y me ofrece sus vértebras a cambio de rencores.

Hay maldad hasta en esa espina en la cintura que le duele

a cualquiera.

¿Y el mal de las hormigas que se burlan a seis patas?

¿y la aberración de las moscas que se aparean sin pudor

sobre mis cosas?

¿La porfía de Dios me salvará de todo eso?

Sólo yo puedo sacudirme el mal despierto que llevo dentro

ese que me hace insufribles las lámparas, los cuadros y sus huellas,

las fotografías, las lágrimas, los espejos, las muñecas perfectamente

empolvadas, las bombillas, los libros ilegibles, los pies y sus virtudes,

las fotos de boda, la joven feliz, el arco del gato, las hormigas y

y sus posibilidades, las moscas impúdicas, la cintura de los demás

con su punzada sensible.

Sólo yo puedo irrumpirme de polvo o nuevo día los enojos

para reconstruirme sobre un punto de conformidad

dos ojos buenos

para que la belleza no me sea maldad

o injusticia.





Como digo en un comentario, añado una explicación breve sobre este poema. Está inspirado en unos versos inmortales de Calderón. Segismundo, el protagonista de "La vida es sueño", está injustamente prisionero. En su angustia se pregunta, en uno de los pasajes más memorables de nuestra literatura, qué cruel azar o destino hizo que animales inferiores tengan un derecho primordial que a él se le niega: la libertad. En mi texto transpolo la situación de Segismundo a mi propia historia, manteniendo el tono trágico (aunque, la verdad, yo no estoy a pan y agua ;-)). De ahí el aparente desprecio (sólo aparente) hacia los insectos y otros animales.

Os recuerdo los versos de Calderón que ya conoceréis:


Nace el ave, y con las galas
que le dan belleza suma
apenas es flor de pluma,
o ramillete con alas,
cuando las etéreas salas,
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que deja calma:
¿y teniendo yo más alma
tengo menos libertad?

(...)

Nace el pez, que no respira,
aborto de ovas y lamas,
y apenas bajel de escamas
sobre las ondas se mira,
cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad
de tanta capacidad
como le da el centro frío:
¿y yo con más albedrío
tengo menos libertad?

(...)


Podéis leer el texto completo aquí. Para los jóvenes que aún no lo conozcáis os aseguro que vale la pena.




20 julio 2009

El pájaro y la nube


"Pájaros en invierno". Técnica mixta.






Es la tarde espaciosa y clara.

Pero una nube mínima, sin modales,

viene a emborronar el instante.

Se coloca, trivial y soberbia,

entre la luz y el mundo

y el sol parece, de pronto,

un pirata de manual,

feo, rengo y malencarado

con un parche blanco en el ojo.

La tarde, con nube, es angosta

y oscura,

tiene límites y se ovilla

dentro de su propio abrazo.

Un pájaro observa la escena

y se enoja,

él sólo es un punto y final

en el discurso vertical de la torre

pero no está dispuesto a cruzarse de alas.

Aborda, entonces, un canto furioso,

y agita las plumas sin marcharse

para subrayar el color de su rabia.

El pájaro grita febril a la nube

-en su pequeño y feroz idioma-

que se vaya a aspirar vientos

allí donde lo oscuro sea bienvenido.

Durante un minuto el pájaro

gorjea su ira en do mayor

y apunta a la nube como una saeta

diminuta y colérica de pico a cola.

La nube, como no podía ser de otra forma,

se ruboriza, se asusta y huye.

El pájaro bienhechor detiene furia

y salmo,

recoloca el orden de sus plumas

con ademán veloz y solemne,

y levanta el vuelo, satisfecho

del deber y la misión saldados.

El sol, ya sin parche, se torna de pirata

en amante bello, ardiente y rubio.

Y la tarde, ya sin nube, es otra vez

espaciosa y clara.


14 julio 2009

¿Me echáis una mano? :-)







Hace días que estoy tratando de averiguar cómo añadir al blog un archivo de audio con mi voz. Gracias a la ayuda de una amiga creo que me voy enterando de algo, aunque no mucho... Yo lo oigo, pero necesito saber si el lector lo oirá también. ¿Me contáis vosotros? ¡Gracias! :-)

El fragmento que recito en esta ocasión es del "Canto II" del poeta chileno Vicente Huidobro. Sólo tenéis que hacer clic... En principio basta con eso, a ver si podéis oirlo. El dibujo, "estudio de un ojo" a grafito. Como veis, sigo sin devanarme los sesos para buscar títulos ;-). Besos.




11 julio 2009

03 julio 2009

... Y el chocolate espeso (Poema de amor)

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Por supuesto el título del poema no es ese :-) Se titula simplemente "Porque sí", pero yo sé a cuento de qué viene el título chocante y permitidme que me ande con estos misterios, pero es algo demasiado personal para contarlo, aparte de que os iba aburrir. He estado trabajando en este poema durante semanas o meses, lo he dejado por imposible muchas veces para después retomarlo, al final me he rendido y ha quedado esto. Muy largo, no cuadra con el poema dichoso que me rondaba las meninges, que era algo más concreto y rotundo y con mejor ritmo. Este poema es una respuesta tardía, a otro que él me escribió allá por el 2006, también bastante largo, pero que era-es uno de los textos de corte amoroso más bellos que he leído nunca, y he leído muchos. El suyo se titulaba "Así te quiero", y desde entonces me aflige ese jorobante agujero interior que avisa de que debes algo a alguien. Como él no me manda al cobrador del frac, me he permitido mi tiempo :-) Sé que me va a costar un disgustillo (me va a matar) pero aquí lo tenéis, vosotros y él. Aunque no es tan bueno como me apetecía (ni tan bueno como era el suyo), he trabajado mucho en este texto para guardármelo y no lucirlo. Sería como invertir semanas en hacerme un vestido para llevarlo sólo en casa.


Una vez alguien me preguntó que yo "para qué amaba". Mi respuesta es que yo no amo "para", sino que yo amo "por..." Entiendo muy bien los amores con propósito. Es justo y necesario y como debe ser. Pero aún entiendo mejor a aquellos amores que no lo tienen, aquellos que se abrazan al "amar por la sóla dicha de amar" sin medida, sin horizontes, o con un horizonte tan ancho que los ojos se pierden en la inmensidad antes de verlo.


El dibujo lo hice hace poco. Es grafito. Cogedlo si os gusta.


Besos a todos




Te amo porque sí.

Porque a la orilla gris de tu gesto

vienen a beber lunas y sombras,

o albas y dioses.

Te amo porque a veces no sabes callar,

porque no sabes hablar a veces,

porque me miras fijamente

y no sé qué hacer con tus ojos

ni dónde ponérmelos para que no me turben

o desarmen.

Te amo porque tratas de usted al miedo

pero doblegas a la bestia, sin espadas,

-Teseo en su laberinto-.

Te amo porque amagan tus besos ese aura húmeda y violenta

del aguacero y de la sangre.

Porque me acaricias y vuelo

desamparando en el suelo

ruedas y jaulas.


Te amo porque sí.

Te amo para enfrentarme,

para retar lo imposible,

porque reconoces conmigo lo sacro

de este minuto estricto que vivimos,

labio a labio

y no te buscas ni me buscas

en las redes hostiles de ningún mañana.

Te amo porque tiemblas y miras a otro lado,

porque te afeitas para no lastimarme,

porque desarbolas el invierno al tantear una sonrisa,

porque tu pluma conoce el don del viento

y tus palabras levantan la piel al dolor

y respiran por tus llagas.

Te amo porque te sudan las manos,

porque eres bueno hasta lo extraño,

porque eres blando hasta la seda,

porque eres duro hasta el topacio en tus batallas.

Te amo porque te avergüenzas de todo

porque recuerdas los aniversarios,

porque se te arruga la camisa,

porque escribes

y te rindes

y te enfadas

y vives a trancas y barrancas

y hueles la muerte en lo bello,

y conjuras tu memoria y la vuelves cercana y terrible.


Te amo porque sí.

Porque refugias en el mar, de lejos,

el calvario de tu frente

y el mar te devuelve, azul y minúscula,

una leve paz de espuma,

a su inconstante manera.

Te amo porque acoges en tu paciencia

mis esotéricos delirios,

mis metafísicas sandeces

que necesito para explicarme en el Todo,

desvaríos de lerdo consuelo que soportas

y no compartes.

Te amo porque me hablas bajito y luego muy alto

y luego te callas y me enojas

porque odio tenerte a diez centímetros sin alcanzarte

y callo también, entonces,

y rebusco en el caos que nos desune,

a tientas, un hilo del que tirar

-Ariadna en su esperanza-

para rescatarte de tus arenas.

Te amo porque nunca olvidas someter

el “te quiero” necesario como poesía.

Te amo porque dejaste de fumar

para contentarme.


Te amo, en fin, por llevarte la contraria,

porque sufres,

porque ríes y te detestas,

porque lloras,

porque gimes,

porque odias este poema,

porque rezas a quien no temes…

porque retienes lecciones tediosas

como un niño triste y aplicado

sólo por agradar a este crisol de dudas

-derrotado como tú, y, como tú, aún en lucha-

que te ama porque sí.

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Ya que Pedro nos ha facilitado el texto :-) os facilito yo un enlace a su entrada en Absurdilandia. "Así te quiero".

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