J. L. Borges
A mi hermano
No puede haber espacio mayor que la memoria.
No puede haber rincón más oscuro
que esta claridad con que hoy me asomo a todo lo perdido.
Aquí, en mi regazo, duermen su sueño de polvo
un millar de formas, conclusas como ruinas.
Voy amontonando cada objeto vetusto
que una vez fue útil o bello y que ocupó
tantas mañanas, tantas tardes, tanto afecto
que ya no puedo barrerlos de mí
sin arrancar con ellos un trozo de alegría
de esa clase de alegría que nunca sobra.
Allí, desgarbados en su orden confuso,
me espera el coqueto pianito de plástico rojo
que despertó una noche de Reyes
-que entró por la ventana, nos dijeron-
a su proyecto de estar para siempre
formando parte de nuestra pequeña historia.
Aquella muñeca afectada y pelirroja,
de ojos azules y fijos como botones despiertos
que perdí en un oleaje de años procelosos
y que ahora evoco con la gravedad
con que se añora un deseo amputado.
En otro rincón, atesorando motas de olvido,
aquella raqueta viuda, sin compañera y excesiva
para dos niños menores de diez años
que la usaron para todo menos
para su primer y exacto cometido.
Nunca la supimos manejar con destreza.
Y el peluche complaciente que pretendía ser oso,
más blando que bonito, más blanco que tierno
que acomodé en mi cama tantas noches
esperando que su anestesia de gomaespuma
apagara el miedo a caer en esa trampa
que entonces me parecía el sueño y sus arcanos.
Y el perro que guardaba pijamas en su barriga
y la serpiente larguísima y destartalada
que mi madre nos hizo, cosiendo calcetines jubilados,
un reptil descomunal de andar por casa.
Y aquel cachorro de goma que miraba
como si viera. Y aquel tren de cuerda
que tuvo que aprender el duro oficio
de viajar sin rieles ni guardagujas
por el sufrido suelo del salón de juegos.
Y el caballito balancín, valiente y estoico,
que era la versión plástica del “Pequeño Tío”.
Y la capa que fingía con torpeza la piel del tigre,
auxilio perfecto en nuestras selváticas tramoyas
-Tarzán, Orzowei, Sandokán, saltando en el tresillo-.
La ballesta con trazas de animal violento,
el álbum de cromos incompleto y resignado
el cómic infumable aprendido de memoria,
el rifle de feria que ladraba más que mordía,
el Mádelman con ínfulas de batracio
-y que olía a goma más que a aventura-,
el helicóptero de salvamento que parecía un insecto disecado.
El puzzle, la máscara, la pelota,
el libro, el cuadro, la pizarra…
Así, uno a uno, voy rescatando,
cada tesoro amado y perdido.
Sobrevolando burlas y desmanes,
-Diógenes feliz contra el mundo-
no cejaré en este ejercicio de añoranzas
hasta haber almacenado en mi desván secreto
todas las palabras, todos los recuerdos,
que me avisan de que soy sólo un final previsto,
el resultado de toda la esperanza, la fe y el gozo
que fui acumulando para la escasez del mañana.
Mil años después,
aún soy una niña que aguarda.
Una criatura medrosa esperando
que una noche de Reyes,
u otra noche fría y cualquiera,
sólida de estrellas y de escarcha,
la felicidad, hecha juguete
o destino,
entre por mi ventana.
Disculpad la extensión. Ya sabéis los que le pasa al entusiasmo cuando se le suelta la mordaza :-) Besos a todos.
.
32 comentarios:
Olá Ana tenho um jogo no meu blog enviado por uma amiga que gostava que mires e faças se gostares Beijos rebelde
Ana que forma mas bonita de decir tines... todos, todos estamos cosidos de retales de añoranzas.
Hoy te dejo un beso jugueton.
Hermoso mi querida Ana. Las palabras que salen de tí, se vuelven arte del más puro.
Un gran abrazo....
Hermoso. después de mil años nos merecemos tus versos..
Será la ultima vez que te amaré en mi pensamiento
Que bonito, ....mil años despues aun esperas que una noche de Reyes, una noche fria, la felicidad te llegue hecha juguete o destino y entre por tu ventana...
Que palabras mas bellas, te felicito por un verso tan bonito.
Un beso
RMC
Ana,suscribo cada verso,cada sentimiento que has escrito.. Los recojo y los renuevo.. para que vivan siempre conmigo.. Y cuando menos pensemos..esa noche de Reyes llegará el milagro..!
Gracias por ese precioso ejercicio contra el olvido.. en pos de la eternidad..
Mi enhorabuena por tu fantástico dibujo y el poema.
Mi abrazo,amiga.
M.Jesús
Muchísimas gracias a todos, chicos y chicas, por vuestra compañía y por reflexionar conmigo.
Este poema se me ocurrió hace un par de días (bueno, hacía tiempo que quería escribir algo para mi hermano, que tocara los recuerdos que compartimos de pequeños :-)) pero no sabía cómo enfocarlo. La idea me llegó de una serie de televisión que supongo conocéis: "Rockefeller Plaza". En un episodio el director de la cadena de Tv. un hombre exitoso, con muchísimo dinero, con mujeres dispuestas y sumisas, con todos los caprichos que podía desear un ser humano, descubre en una vieja película que grabaron sus padres cuando era pequeño, una mañana de navidad, cómo el niño que él fue se emocionaba y gritaba de alegría al abrir su regalo. Se dijo que él lo tenía todo,sí, y que, sin embargo, no se sentía ni de lejos, como aquel niño y deseó con todas sus fuerzas volver a experimentar aquella emoción sin igual, algo que a los adultos no está vedado por lo visto.
En mi vida de adulta ha habido muchos momentos amargos, pero también muchos felices. Pero nada, nada en absoluto, ni el primer amor, ni el primer beso, ni el primer premio literario, ni el primer libro publicado, nada, se puede comparar a lo que sentí aquella noche, cuando tenía ocho años, y regresamos a casa después de ver la cabalgata de los Reyes Magos. Mis padres habían abierto la ventana del salón para que pareciera que los Reyes mismos habían entrado por allí para dejar neustros regalos. Hacía más frío dentro que fuera. Sobre la mesa, sobre el suelo, sobre el sofá, estaban el pianito rojo, la muñeca repipi y preciosa, el helicóptero con pintas de insecto, una pizarra grande para dibujar, etc.... Nunca he vuelto a sentir nada igual, nunca, esa ilusión, esa emoción intensísima, esa dicha, esa alegría de estar viva que después se vuelve sólo, y como mucho, serenidad.
Perdonad por el rollo :-) Pero quería explicaros la génesis del texto, cómo y de dónde nació este poema (que, dicho sea de paso, no es tan bueno como me gustaría, tiene mucha rima para mi gusto, pero vosotros sois amigos y me leéis con buenos ojos, jaja :-D)
Muchas gracias, y un millón de besos a todos.
Vaya, una especie de Proust en poesía. Muy bonito, muy evocador. Muy Proust, ya digo.
Los recuerdos. Pueden ser un don al evocar tiempos felices o todo un castigo al recordar a quien se fué.
Un abrazo
No sé que decir...descubriste el Diógenes que llevo en mi mente, y aunque te parezca raro(soy papá), aún tengo el gusanillo la noche de reyes.Gracias...
Gracias Ana por acercarnos mucho de ti.
Envidio la suerte de haber poseido esta familia y esos dulces momentos.
Yo no los pude conocer, debe de ser precioso esas noches de Reyes en familia.
Un fuerte abrazo mi reina
Muy dulce y muy tierno. Nunca dejamos de ser niños. Al menos yo lo soy todavía. Un beso grande preciosa
Yo echo de menos la inocencia de la niñez, la fantasía y la sencillez que no entendía de miserias materiales y hacía de un palo un juguete, un caballo a galope tendido en plan cawboy... Yo creaba mis juguetes montando en mi fantasía.
Un beso y ya era hora de volver a contar con tus escritos...
Me ha gustado especialmente este post. Ana.
Me encanta rescatar del pasado buenos momentos, y si en ellos son protagonistas los juguetes, mejor que mejor.
¿Sabes? Yo tambien tuve una raqueta viuda y compartida que se utilizó para todo, menos para su verdadera función.
Gracias por hacerme disfrutar. ¡Ah!
Yo no me he fijado en las rimas ;)
...Y aquella pizarra-trípode, con bolitas de colores que ensartadas en una barrita, pretendía enseñarnos a sumar y restar...¡Ahhhh, que recuerdos!
Abrazos de corazón.
El mundo infantil está lleno de colores, luego uno va probando todos los sabores.
Un gran saludo.
¡Hola Ana!
Cosas…
Cosas que despiertan, nuestro aletargado pensamiento,
Ese que goza con tan poco,
con el recuerdo de una noche mágica de reyes.
Con el tambor, con el tren, con…
Somos por ser niños, aun somos niño/as.
Le Saluda J.M. Ojeda.
P.D. Me agrado su relato, muy del ayer,
de nuestro ayer.
Mi querida amiga, en cuanto puedas pasa por mi espacio, te he dejado hermoso premio.
Espero que estés bien, estimada poeta.
Hermoso y muy cálido el fondo lírico Ana, por el acercamiento al niño que todos llevamos dentro, y por la enumeración física de juguetes y sueños.
Un abrazo.
Ana la belleza anida en tu alma
pacobailacoach.blogspot.com
Ana, a mí no solo me ha gustado, sino que me ha resultado evocador. He identificado ese sentimiento y esos mismos juguetes, me ha transportado a mi niñez. En mi caso tengo una hermana menor que yo, y esperábamos tan ansiosas la mañana de reyes que tardábamos mucho en dormirnos. Imagino que a mis padres no les haría gracia, jeje.
Gracias por compartir el poema y el génesis de este. Y el cuadro, también muy bonito. Me gusta la carita que te sale de los niños, la de la cabecera del blog también. Tienen algo que enternece.
Un abrazo,
Margarita
Ana:
me has arrancado varias lágrimas felices un poco en tu recuerdo y el mío en "esos" inolvidables dias de la niñez.Me encanta como dices, pienso que uno espera y cree (al menos yo)con ese corazón blanco de los chicos enganchados al barrilete de la esperanza llevándonos por los cielos.
CARIÑOS Mariana
Un hermoso poema, evocador, creo que nos has trasportado a todos a nuestra propia infancia. Un abrazo.
Te aplaudo por tu blog y tus palabras veni juntate con nosotros besos
Ana. Evocas a Borges y recuerdas tu mágica Noche de Reyes. Toda una maravilla que, viniendo de ti, no sorprende en absoluto.
Gracias por emocionarme tan tiernamente y hacerme sentir niño de nuevo. Gracias por compartir tu
vivencia de niña ya artista, en esa noche especial, en que todos somos buenos. Gracias.
Un saludo ANA
pacobailacoach.blogspot.com
La extensión queda disculpada, no ha sido problema, partimos del campamento base con equipo para hacer el campamento Nº 2 que apoya al otro que formamos más alante y por último, con el tiempo a favor iniciamos el ataque final para llegar a la última linea. Verás ahora pa volver.
Bello poesma, evocador de evoquedades de otras edades. Por cierto, todos esos juguetes ya los tienía mi sobrino al cumplir un año. En su segundo cumpleaños le he regalado unas tijeras eléctricas de trasquilar ovejas, era lo único que le faltaba, porque en el Toysarás no encontraba nada nuevo.
Besos con onda.
Guapa es ella. con la afoto esa la salen seguidores hasta en un foro fútbol.
De fútbol no sé, pero sí sé que tengo un seguidor japonés del ramo de la gastronomía, que me lee desde Tokyo. Y yo más ancha que larga :-)contenta toy. Besitos, gordi, no te me pongas celosi que mis amigos son gente maravillosa.
Besos a todos, chicos, y muchas gracias por estar y ser siempre.
Que bello excursus poético, lleno de inocencia, ingenuidad, genuina de las almas limpias que buscan esos recuerdos perdidos en cada cosa, en cada objeto...tienes el alma llena de cosas hermosas que se desbordan entre tus manos...un beso de azpeitia
muy bonito,la verdad
Muchas gracias, Azpeitia y S. Un beso enorme para los dos :-)
Saltando de blog en blog llegué a un comentario tuyo sobre Tarzán (héroe para chicos y chicas de todas las edades) que me dejó medio impresionado de gusto. Y aquí que llego y leo esto tan lindo que has escrito. Y que me recuerda ese poema tan de Borges, esos que el tiene que más que nada son listas maravillosas, titulado Las Cosas. Y ya, que me apunto como seguidor porque quiero seguirte leyendo. Si te gustan dos de mis mejores amigos (Tarzan y Borges) no puedes no ser mi amiga! Saludos desde Estocolmo.
Gracias, Guely por tu comentario y visitas. Pues sí, de niña Tarzán me tenía locamente "enamorada", todo lo enamorada que puede estar una niña de siete u ocho años :-) Y de mayor soy adicta a Borges, en este caso "enamorada" de su poesía. Me alegra ver que compartimos gustos. Saludos y gracias por estar.
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