Hombre que mira al cielo

Me envía Locuán esta fotografía obtenida en Santander el Día de las Fuerzas Armadas. No soy yo amiga de aspas ni volteretas marciales ni de cañones, largos o recortados, ni de cualquier otro artilugio ideado para matar sin esfuerzo. Si se trata de cachivaches volantes me quedo con la bicicleta de ET y con las cometas que hacen menos ruido y sólo te pueden mandar al otro barrio si te dan con una esquina del andamiaje en mal sitio. Aún así, reconozco que esta foto me ha impresionado. El mar rinde su azul al poderío militar del hombre, las gaviotas graznan su ausencia, y el cielo calla... Mirándola me vino a la mente aquel poema del maestro Benedetti en el que un hombre pide un rápido deseo inconmensurable a una estrella demasiado fugaz para contener tanta esperanza de golpe. El final de ese texto merece, en mi opinión, constar en los anales de los broches más certeros y desarmantes de la historia. Aquí os los dejo como pequeño homenaje a ambos, poeta y fotógrafo :-)

Mientras pasa la estrella fugaz
acopio este deseo instantáneo
montones de deseos hondos y prioritarios
por ejemplo que el dolor no me apague la rabia
que la alegría no desarme mi amor
que los asesinos del pueblo se traguen
sus molares caninos e incisivos
y se muerdan juiciosamente el hígado
que los barrotes de las celdas
se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
y mis hermanos puedan hacer de nuevo
el amor y la revolución
que cuando enfrentemos el implacable espejo
no maldigamos ni nos maldigamos
que los justos avancen
aunque estén imperfectos y heridos
que avancen porfiados como castores
solidarios como abejas
aguerridos como jaguares
y empuñen todos sus noes
para instalar la gran afirmación
que la muerte pierda su asquerosa puntualidad
que cuando el corazón se salga del pecho
pueda encontrar el camino de regreso
que la muerte pierda su asquerosa
y brutal puntualidad
pero si llega puntual no nos agarre
muertos de vergüenza
que el aire vuelva a ser respirable y de todos
y que vos muchachita sigas alegre y dolorida
poniendo en tus ojos el alma
y tu mano en mi mano

y nada más
porque el cielo ya está de nuevo torvo
y sin estrellas
con helicóptero y sin dios

Os deseo un cielo limpio, con pájaros, con estrellas, sin helicóptero y con Dios (cada cual el suyo).

Besos a todos